Yayoi Kusama, la artista que vive en un psiquiátrico, abrirá su propio museo en Japón.
Yayoi Kusama exorciza sus problemas a través de las imágenes. Recrea habitaciones llenas de colores y estampados. Si las miras mucho rato: te mareas. Te pierdes para siempre. Es como tomar setas. O algo así. Entrar a su mundo equivale a reposar durante un rato en la cabeza de un humano cuya imaginación funciona a otras marchas distintas.
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