miércoles, 27 de febrero de 2008

ESTADIO SHENYANG

El pasado 12 de febrero, el estadio Shenyang, capital de la provincia china norteña de Liaoning, se desplomó en tan solo 6,6 segundos bajo las cargas de los dinamiteros. Se esfumó así uno de los mayores símbolos del fútbol del país asiático, ya que fue en este campo donde la selección nacional logró en 2001, el pase al Campeonato del Mundo que se celebro al año siguiente en Corea del Sur y Japón.
Con las explosiones, el viejo estadio pareció convertirse en un gran anillo olímpico de polvo y se desintegró en el aire.Pero no lejos de allí ya esta naciendo el nuevo, una estructura galáctica de metal y cristal, con capacidad para 60.000 espectadores, que entrara en funcionamiento este verano.Del antiguo sólo quedan recuerdos. Será sustituido -como no- por un conjunto de centros comerciales

INFINITY TOWER

El Infinity Tower (Torre Infinita en español) es un rascacielosen construcción en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Una revisión desértica del celebrado Turning Torso, en Suecia.
Este proyecto está actualmente paralizado debido a la inundación
del solar.La construcción de esta torre de 330 metros comenzó en febrero de 2006 y se estima que finalice para el año 2009. Cuando se concluya tendrá 80 plantas y será el edificio más alto del mundo con una rotación de 90º.La versión actual del rascacielos superó en la elección a otra propuesta más oscura, de 372 metros y 93 plantas del Infinity Tower que nunca se construirá.La torre se tuerce de la misma manera que el Turning Torso de Malmö en Suecia, aunque será el edificio más alto en hacerlo.Cada planta se gira 1.2˚ respecto a la anterior para lograr los 90˚ de la espiral, creando la forma de una hélice.
El rascacielos tendrá apartamentos residenciales, habitaciones de conferencias, pistas de tenis, piscinas, gimnasio, guardería y un spa.

SHARON STONE

Publicidad de Saloni cerámicas y Dior, casi irreconocible,
supongo por los retoques de la fotografía.

ENERGÍA/HIDROCARBUROS

La frontera blanca del oro negro
En el Ártico se juega una batalla geopolítica, el aumento de la demanda energética y el deshielo del casquete polar por el calentamiento global ha impulsado las reclamaciones sobre la zona de sus vecinos por la gran cantidad de recurso minerales que contiene.Estados Unidos y Rusia son dos de los países implicados.
Además de petróleo y gas, bajo el hielo hay oro, níquel y diamantes.Dos operarios caminan junto a una máquina que perfora el hielo e introduce cargas explosivas en el subsuelo para provocar pequeños sismos y determinar la presencia de hidrocarburos. La imagen se tomó cerca de la isla de Lougheed, en los territorios del noroeste de Canadá.El interés de los países colindante con el Ártico va más allá de la exploración y explotación de los recursos.
Los estudios científicos revelan que el espesor de la capa de hielo se reduce con rapidez, hasta el punto de desaparecer en algunas zonas de Alaska, y con la temperaturas más cálida abrirán nuevas ritas marítimas, facilitando el transporte de gas y petróleo.

ELECTRÓN

Un equipo sueco saca la primera ‘foto’ a un electrón, que junto a protones y neutrones forman los átomos, se mueven tan deprisa que es imposible captar su imagen.
Hace falta impulsos brevísimos de luz láser. Justo lo que ha logrado un equipo de la Universidad de Lund (Suecia)









Imagen del flujo de un electrón.

ARTE

“Vivimos en la idea de romper con la memoria, con el pasado,
en función de un futuro vacío, pero que resulta cautivador”
F. Calvo Serraller, catedrático de Historia de Arte Contemporáneo

ANTÁRTICA

La Antártica se acerca al colapso con 47.000 visitantes anuales.
“Aún no es grave, pero se debe regular con urgencia”, explica un experimentado guía.
Unas 100 compañías ofrecen viajes de placer, aunque no todos tocan tierra.Un grupo de turistas se acerca en una Zodiac a unos hielos flotantes en la zona de la montaña Brown Bluff.
Españoles, precios altos, y edad madura. Los elevados precios han sido hasta ahora el principal aliado de la Antártica. Por ejemplo un viaje estándar desde Barcelona, con vuelo a Ushuaia y 10 días en barco, puede costar 6.000 euros. De los 47.000 visitantes, 300 españoles. Suele ser gente de cierta edad, que viaja mucho y se preocupa del medioambiente.