jueves, 31 de enero de 2008

DRACAENA CINNABARI

Una de las plantas más extrañas de Socotra es el Dracaena cinnabari, un árbol de extraña apariencia con forma de paraguas. Es uno de los principales ejemplos del endemismo de las islas, el mayor de todo Oriente Medio: alrededor del 30% de sus 900 especies vegetales sólo se dan allí. Al árbol sangre de dragón puede alcanzar los tres metros de altura. Situadas entre Somalia y Arabia y pertenecientes a Yemen, las islas de Socotra (las Galápagos del Índico) son un prodigio de la naturaleza que pretende seguir blindado al impacto del desarrollo. Socotra es un lugar único, como surgido de un sueño. Allí, los pepinos se hacen árboles y unas extrañas plantas con forma de sombrilla sangran una resina de un color rojo intenso.
Hace 10 millones de años se desgajó del cuerno de África y, desde entonces, es como si el tiempo no contara.
Hay algo ancestral y prehistórico en Socotra que lo hace mágico, aunque en el fondo todo obedezca a las más simples leyes de la naturalez. A la fuerza de un eterno aislamiento que ha prendido en una fauna y una flora como no se conocen en ningún otro lugar del planeta, libres de la presión y la voracidad de los animales de pastoreo, pero también del hombre .
A 250 kilómetros de la costa de Somalia y a 340 kilómetros al sur de la Península Arábica, en la boca del Golfo de Adén. Socroa, Yemen,
Las islas de Socotra son un monumento a la biodiversidad. Por algo se las llama las Galápagos del Índico (aunque sean mucho menos conocidas que las del archipiélago ecuatoriano).

No hay comentarios: