martes, 29 de enero de 2008

EXPEDICIONES A LOS POLOS

GOLETA TARA
Tras 507 días a merced del hielo por voluntad propia, el barco navega de nuevo. La aventura evoca, aunque sin penurias, las duras exploraciones del siglo XIX.Durante año y medio, los tripulantes del Tara han hecho exactamente lo contrario que habían hecho los heroicos o inconscientes (quién sabe) exploradores del siglo XIX que perecieron o consumieron sus vidas buscando una ruta marítima hasta el mismísimo polo Norte, convencidos de que tras las primeras barreras de hielo se escondía un templado mar desconocido por el hombre. Cuando el hielo aprisionaba sus barcos, daba comienzo una trágica cuenta atrás de supervivencia. Durante un año y medio, la tripulación del Tara ha hecho lo contrario. Se incrustó en el hielo en el 2006 y desde entonces, literalmente, se ha dejado llevar hasta donde les condujera la banquisa polar.
EL FRAM DE NANSENA bordo de su bien equipada nave partió en 1893 a una aventura que duraría casi tres años. Penetró en el océano Ártico y llegó al archipiélago ruso de Nueva Siberia, rodeado por los mares de Laptev y Siberia Oriental.Desde aquí se dejó llevar por un enorme banco de hielo que derivaba hacia el noroeste hasta alcanzar los 84º 4' de latitud. En este punto, Nansen en compañía de Johansen acampó para pasar la larga noche polar. Al cabo de ella, continuó su viaje al extremo boreal en trineo desafiando muy duras condiciones. Sufriendo grandes penurias, Nansen llegó hasta los 86º 12', latitud que nadie antes que él había alcanzado.La expediccion duro unos tres años.

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