martes, 25 de marzo de 2008

CHINA & TIBET

El Gobierno chino acusó ayer al Dalai Lama de orquestar "el terror" en Tíbet y en las provincias vecinas para reventar los Juegos Olímpicos. Pekín considera que el líder espiritual tibetano pretende "tomar los Juegos como rehén para forzar al Gobierno a hacer concesiones a la independencia", según el diario oficial del Partido Comunista Chino, El Diario del Pueblo. Mientras tanto, China mantiene una fuerte presencia militar en Tíbet y las provincias cercanas con gran población tibetana: soldados patrullan las calles de los pueblos tibetanos, con especial cuidado en escuelas y templos budistas.A pesar de que las denuncias al Dalai Lama son respaldadas por la mayoría china, las protestas internas comienzan a surgir. El sábado, un grupo de 29 intelectuales chinos, encabezado por el escritor Wang Lixiong, pidió a Pekín en un manifiesto la apertura de diálogo con el líder espiritual de Tíbet y que se permita que las Naciones Unidas investiguen sobre el terreno acerca de las muertes en las revueltas. Las acusaciones de China al Dalai Lama se producen después de que éste reiterara su rechazo a la violencia y de que mostrara su disposición al diálogo. La presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, también se convirtió ayer en blanco de las críticas de China, tras visitar el viernes al Dalai Lama en su exilio en la ciudad india de Dharamsala. En un editorial publicado por la agencia Nueva China, se le llama "policía de los derechos humanos" que se niega "a buscar la verdad".

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