"Son enfermos terminales-dice-. De seguir la tendencia, pronto no quedará nada".
Todas las masas de hielo y nieve que Camins empezó a fotografiar en 1985 han retrocedido o incluso han desaparecido.Las que quedan son una reliquia de otro tiempo.
El glaciar del Aneto en 1989, en relativo buen estado
En 2007, con una considerable pérdida de hieloCamins ha volcado toda la experiencia acumulada en un libro publicado por Barrabés Editorial,"El cambio climático en los glaciares del Pirineo".
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