El uso medico se afianza, pero los enfermos tienen que recurrir a “camellos”. Los críticos temen que esto aliente su consumo lúdico.
Varios jueces han absuelto a quienes aliviaban el dolor con esta droga. En España hay unas tres docenas de asociaciones cannábicas, y una docena de clubes como Pannagh.
Todo enfermo que quiere asociarse debe presentar un certificado medico en el que demuestre que padece una enfermedad que pueda estar sujeta a un tratamiento con cannábis. Además de una cuata de socio, cada uno paga la marihuana que consume – se cultiva hasta 12 tipos diferentes-, siempre a precio de fabrica, es decir, mucho más barato que en el mercado ilegal. Por ejemplo, para un ciclo de quimioterapia normal, son necesarios cinco gramos, lo que supondría unos 22,50 euros por enfermo.
Se debería legalizar el uso terapéutico de la marihuana.
Varios jueces han absuelto a quienes aliviaban el dolor con esta droga. En España hay unas tres docenas de asociaciones cannábicas, y una docena de clubes como Pannagh.
Todo enfermo que quiere asociarse debe presentar un certificado medico en el que demuestre que padece una enfermedad que pueda estar sujeta a un tratamiento con cannábis. Además de una cuata de socio, cada uno paga la marihuana que consume – se cultiva hasta 12 tipos diferentes-, siempre a precio de fabrica, es decir, mucho más barato que en el mercado ilegal. Por ejemplo, para un ciclo de quimioterapia normal, son necesarios cinco gramos, lo que supondría unos 22,50 euros por enfermo.
Se debería legalizar el uso terapéutico de la marihuana.
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