martes, 13 de mayo de 2008

NATIONAL GEOGRAPHIS SOCIETY

El mundo se convulsiona. El crecimiento de la población, de la actividad humana y del consumo durante los últimos 100 años están alterando el estado del planeta conduciéndolo de manera inexorable hacia un desequilibrio sin precedentes.
La National Geographic Society (NGS) ha dado la voz de alarma con la publicación de la edición especial 2008, El estado del planeta y del documental Informe Tierra.
La tasa de aumento del consumo de agua ha doblado el ritmo de crecimiento de la población. Como consecuencia más de 2.000 millones de personas viven en territorios afectados por la sequía o la desertización,
apunta el informe.
Desde mediados del siglo XX, los principales avances en el bienestar humano se deben en su mayoría a los medios que hemos encontrado de aprovechar mejor lo que la Tierra nos ofrece. Con los alimentos que consumimos, la madera que talamos y el agua que extraemos, la humanidad utiliza hoy entre el 30% y el 50% de lo que produce el ecosistema global.
Estamos en los albores del milenio urbano. Se calcula que en 2008, por primera vez, la mayoría de los 6.600 millones de habitantes del mundo vivirá en ciudades y no en el campo. La tendencia se mantendrá durante décadas, y el crecimiento demográfico de 1.500 millones de personas previsto para 2030 se concentrará casi por entero en las urbes.
La media de edad de la población mundial es de 28 años. Cuando nacieron los adultos actuales, los teléfonos seguían sólidamente fijados a la pared. Si sus padres quisieron anunciar su llegada al mundo con un «mensaje instantáneo», tuvieron que acudir probablemente a la oficina del telégrafo. Y quizá tuvieron que esperar semanas para revelar las fotos del bebé y enviárselas a la familia por correo. Hoy, una madre o un padre con un teléfono móvil puede realizar fácilmente todas esas tareas entre un cambio de pañales y el siguiente.

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