miércoles, 18 de junio de 2008

LA SANGRE DE LOS INOCENTES

Durante el asalto a Montsègur (siglo XIII), una de las sitiadas, una dama de la nobleza, se pone en contacto con su hijo, inquisidor, para pedirle que narre las injusticias que se han cometido y se cometerán contra los cátaros. Julián, que así se llama el inquisidor, escribe la crónica.
Poco antes de la II Guerra Mundial, en 1939, un noble, el conde D'Amis, descendiente de la dama, contrata al profesor Arnaud para que autentifique la crónica, en la cual se pide que se "vengue la sangre de los inocentes"
La sangre de los inocentes, de Julia NavarroBuscando imágenes para añadir al resumen del libro he encontrado este comentario que he creido interesante añadir.
Leo en el Rincón de Joseca un comentario sobre el cierre de la Parroquia de San Carlos Borromeo, la llamada “iglesia roja de Vallecas” y contemplo con estupefacción como La Gran Ramera, como Doña María, cátara ella, denomina a la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, en el libro “La Sangre de los Inocentes“, de Julia Navarro, sigue luchando contra quienes no acatan su doctrina.
La Parroquia de San Carlos Borromeo, regida por la temida “rama” (por no decir, para la Iglesia, “secta”) de la Teología de la Liberación, es para mi un nuevo Montsegur, desafiante ante la Gran Ramera pero sabedora al mismo tiempo de su inminente final.
La Iglesia Católica ha sabido manipular magistralmente a tu antojo y a los largo de los siglos, los mensajes, los símbolos, las ideas… Los que entendemos el mensaje del Hijo del Hombre nos trae sin cuidado las liturgias, doctrinas y demás inventos.
Si existe un Iglesia, es la del Hombre,
la de los Hombres y no un edificio en donde se acude a redimir los pecados.
Autor: Metal Man

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