se echó al bolso un boli de punta fina, una botellita de agua y una caja de acuarelas. Menos mal. Tres semanas después de recorrer Senegal regresó con un cuaderno de viaje en el que su delicado trazo narra desde lo más cotidiano ("unos niños jugando") hasta lo más exótico ("un trayecto en coche con 15 personas y una cabra en el techo").
Entre sus dibujos, formando parte de ellos, trocitos de tela encontrados en el suelo, envoltorios de caramelos, palitos, entradas, cables, flores y otros pequeños adornos de realidad.
En sus textos se mezclan leyendas exóticas, anécdotas banales, frases escuchadas al azar o explicaciones sobre cómo se construye en África un tirachinas con una goma de neumático.
Fuente y leer más, clikar en el titulo.Fotos, emilymitchell.canalblog.com
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