Un paisaje precámbrico, una naturaleza única y en parte desconocida aún sobreviven en el macizo guayanés, en Venezuela.
El fotógrafo Sebastião Salgado muestra este mundo insólito en su proyecto Génesis.
Vista aérea de la cima del monte Roraima, el tepui más alto de la gran sabana venezolana, con 2.810 metros. Entre las nubes se distingue claramente el apéndice en forma de proa de esta cima misteriosa con plantas y anfibios únicos que hace de divisoria entre Venezuela, Brasil y Guyana.Además de los pemón, la cuenca entre el Orinoco y el Amazonas cobija a tribus de costumbres ancestrales como los sanema,
que habitan el actual parque nacional Juan Sarisariñama,
bañado por el río Caura, afluente del Orinoco.La rana negra, de nombre científico Oreophrynella quelchii,
es incapaz de saltar.
A modo de protección se esconden en las oquedades de las rocas, también de color negro, y es muy difícil verlas.
Es una de las innumerables especies que sólo se encuentran en el tepui Roraima.Una planta carnívora, la bromelia Brocchinia reducta, que crece en el tepui Roraima, y el rocío de sol de múltiples puntas llamado Drosera roraima.
Un mundo perdido en Venezuela.
Fuente y leer más, clikar en el titulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario