El concierto de música clásica más mediático del mundo, el de Año Nuevo de la Orquesta filarmónica de Viena, fue un triunfo para el jefe de orquesta francés Georges Prêtre, por segunda vez con la batuta desde 2008.
Con 85 años, el único director de orquesta francés que dirige este prestigioso y tradicional concierto, consagrado al vals vienés de Strauss y cuyo origen se remonta a 1939, fue ovacionado durante tres largos minutos por el público y los músicos, de pie, en la magnífica sala del Musikvrein, decorada con 30.000 flores de San Remo, en la Riviera italiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario