El gran glaciar Lowell, en el Parque Nacional de Kluane, en Canadá.
La línea de árboles, la frontera ártica a partir de la cual desaparecen los bosques y dominan el paisaje desolado los líquenes, los musgos y los arbustos, el terreno congelado, el hielo y la nieve, ha quedado muy al Sur, a más de mil kilómetros. En pleno Ártico, la canadiense isla de Baffin tiene más o menos la misma extensión que España (500.000 kilómetros cuadrados) y viven en ella 11.000 personas. De ellas, unas 7.000 residen en Iqaluit, una población que respira frío por todos los rincones, situada al fondo de una bahía que se congelará completamente dentro de nada, en diciembre (seguramente una o dos semanas más tarde de lo normal, como en los últimos tiempos, debido al cambio climático, dicen los expertos).Fuente+información
La población de Iqaluit, en el Ártico canadiense, a orillas de una bahía que se congela completamente en invierno."Nos quedamos sin Ártico"Los científicos advierten de que el volumen de hielo ha caído un 60% desde 2002 en el mar del extremo Norte. El cambio climático amenaza al ecosistema. Fuente+información
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