Es tres veces más potente que la que impactó este 19 de enero, y de cuyas consecuencias la magnetosfera que protege la Tierra aún no se recuperó.
La mayor tormenta solar en seis años tuvo lugar ayer y uno de sus efectos más visibles fueron unas auroras boreales de gran intensidad y belleza en el norte de la Península escandinava. Incluso los astrónomos se sorprendieron por la intensidad del fenómeno.
"Ha sido absolutamente increíble", exclamó el astrónomo británico John Mason desde la cubierta del Midnatsol MS, un crucero que navegaban en la costa de los fiordos en el norte de Noruega. "Vi mi primera aurora hace 40 años, y este es uno de los mejores", dijo Mason a The Associated Press.
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