domingo, 24 de junio de 2012
WHISKY
La destilería Ardberg, situada en la isla de Islay, se ha ganado a pulso el reconocimiento mundial gracias a la calidad de su whisky. Hasta en tres ocasiones consecutivas, la crítica especializada lo ha catalogado como
'el mejor del mundo'.
Y es que su proceso de elaboración no se parece al del resto. El whisky 'reposa' seis meses en barricas de Jerez, impregnándose de los aromas que el fuerte viento oceánico trae consigo. Durante este proceso de envejecimiento, la bebida adquiere un color dorado intenso y un sabor único: profundo y turbado, con un final largo y cremoso. Además, no está filtrado en frío, lo que demuestra la complejidad de turba que posee.
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