Por fin se ha destapado lo que muchos ciudadanos nos temíamos. Mientras una gran parte de los políticos españoles sigan accediendo a sus puestos para enriquecerse, escudándose en banderas y lemas grandilocuentes más falsos que Judas, los casos de corrupción seguirán siempre.
Como votante de toda la vida de CDC, la estafa del muy honorable matrimonio Pujol-Ferrusola me causa tanta repugnancia que deseo con todas mis fuerzas que entren en la cárcel con el desprecio de los españoles en general y de los catalanes en particular. Y para colmo, tuvimos que oír decir recientemente a Francesc Homs que la abdicación del Rey Juan Carlos era "para continuar con el negocio familiar". Es de suponer que esa sentencia se basaba en su propia experiencia en CDC.
3/08/2014 Enrique Llaudet (Barcelona). Fuente
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