Defensa de la Llibreria Sant Jordi
De nada servirá a las tiendas afectadas ser emblemáticas por antigüedad y tradición, quien pague más ganará el partido y Barcelona perderá una retahíla de rótulos comerciales que forman parte de la esencia de la Ciudad Condal.
Pasear por el centro de Barcelona un viernes por la tarde es una actividad de riesgo. Los habitantes de la ciudad nunca aprendimos a caminar por nuestras calles, pero ahora, con la perpetua presencia de los turistas, todo es aun más complicado y no basta con intentar ser Leo Messi con vertiginosos slaloms que rompan la lentitud de los visitantes, maravillados con nuestro patrimonio arquitectónica y la repetición de tiendas que en las cercanías de la plaça de Sant Jaume cobran una preocupante monocromía porque todas y cada una de ellas parecen ignorar a los ciudadanos para volcarse en el dinero supuestamente fácil de los que están de paso.Leer más
Me entristece el perder las raíces, la historia más reciente de Barcelona. En unos años las ciudades serán todas iguales con la mismas tiendas y olores, (Zaras, Mangos y restaurantes de comida rápida).
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