También llamado figurado, es uno de los formatos más clásicos y reconocibles por su afilada forma.
¿Su punto fuerte? Ofrece un gran tiro.
Los cigarros más clásicos de la historia de los habanos se llaman figurados. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX y la mayoría terminaba en punta. Este tipo de puros suele tener algunas virtudes muy especiales a la hora de su degustación, ya que ofrecen un magnífico tiro y conforme realicemos el corte anterior al encendido podemos determinar –en cierta medida– la pujanza de sabores que penetran en nuestra cavidad bucal. Lo ideal es llevar a cabo un primer corte de medio centímetro y una vez avanzada la combustión, ya sobrepasado el primer tercio del habano, hacer un segundo corte de similar longitud. De este modo, el cigarro se irá oxigenado con nuestras aspiraciones y favorecerá el tiro de una manera exponencial.Leer más
Después de muchos años de no fumar, recuerdo el placer de fumar un habano.
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