sábado, 24 de marzo de 2018

La revolución catalana se acelera

 
 
Las revoluciones solo revelan su lógica y su ritmo post festum. Mientras están siendo muchas veces resultan desconcertantes, contradictorias, repletas de disensiones y discordias. Recuérdese la advertencia de Marx: los seres humanos hacen la historia, pero no en cualesquiera condiciones sino en las que les son impuestas. En el caso español, además no son solo filosóficamente impuestas, sino también política, jurídica, coactiva, violentamente impuestas.
Estas confusiones impactan en el ánimo de la gente del movimiento indepe, en muchos casos negativamente y generando desánimo. La parte final del discurso de Riera ayer, dando por acabado el "procés" y pasando a la oposición, podría leerse como una ruptura de la unidad independentista. Esa es la piedra de toque de la situación. Si la unidad se rompe, se acaba el procés y la independencia y la república. Y el responsable de esa ruptura probablemente caiga en el ostracismo electoral.  Pero, ¿se ha roto esa unidad? Riera deja claro que su presidente es Puigdemont o en quien él delegue, pudiendo delegar. Eso no es romper unidad alguna sino sostener una visión rupturista no interna sino externa al proceso. Algo legítimo. Como legítima es la propuesta de JxC y ERC de proclamar un gobierno "efectivo" que Palinuro calificó de "fabiana".  

No hay comentarios: