Y hasta Rajoy está en contra.
¿Por qué? Porque a todo el mundo se le alcanza que se trata de una
huelga absolutamente justificada: tiene motivación económica en la
brecha salarial; motivación política en la patente desigualdad de género
en todas las actividades sociales y políticas, empezando por los
partidos que dan prueba de ella mientras dicen combatirla; motivación
social en la violencia machista en la sociedad. Tiene todas las
motivaciones y legitimaciones y hace falta ser muy duro de mollera para
no admitirlo. He leído que la señora Arrimadas y el señor Rivera se
oponen a la huelga porque dicen que es anticapitalista y que ellos son
partidarios del capitalismo. De donde se sigue que Rajoy, al apoyarla en
cierto modo, es un peligroso antisistema. Aunque los políticos no lo
crean, hablar no es obligatorio, sobre todo si no se tiene nada que
decir. Fuente
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