España es uno de los estados de la UE con la tasa de delitos violentos más baja, también uno de los estados con un código penal más severo y donde el tiempo medio de condena cumplido resulta más prolongado: más de diecisiete años. No hay, por tanto, un incremento alarmante de los delitos especialmente violentos o una impunidad penal de los criminales. Comparado con el resto de los países de Europa donde existen disposiciones penales similares a la prisión permanente revisable desde antes, los datos no parecen respaldar su efectividad o su urgencia. De hecho, desde su implantación solo hay un condenado a PPR: el parricida de Moraña.
No existen, por tanto, razones que pueden justificar el mantenimiento o el endurecimiento de la PPR invocando urgencias criminales, o la necesidad de respuesta a carencias penales o penitenciarias. Aun así, se ha instalado en la opinión pública la idea de que en España salimos a crimen violento y cruel por semana y los violadores y asesinos se pasean impunemente por las calles acechando a sus siguientes víctimas.
...Y lo peor es que la propaganda permanente revisable se ha ido convirtiendo en el modo dominante de hacer política y no se detiene en la PPR. Mañana le tocará a las pensiones, pasado mañana volverá a tocarle a Catalunya y el día después de pasado mañana le tocará a lo que sea que haya que afrontar y no sepan cómo... Fuente
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