sábado, 16 de junio de 2018

Por Aragón


Después de unos pocos días fuera de Barcelona, de nuevo  a la rutina, desayunar y repaso de la prensa.
Siempre recuperando artículos que encuentro interesante desde mi punto de vista, que no puedo esconder, mi total respecto a las personas y sus ideas, pero pido  el mismo trato recíproco, hecho que muchas veces encuentro a faltar.
Sobre todo por lo muchos insultos y palabras ofensivas para ciertas posiciones políticas, tratándonos con desprecio y menosprecio por no seguir al rebaño.
Todo viene al caso por muchos comentarios que he tenido que  oír  y aguantar estos días estando fuera de Cataluña, que considero desde mi punto de vista ultranacionalista.
Salud y República
Juanjo Crespo:
Pues hombre, Carlos, tienes razón.
Tener que oir comentarios del tipo que hemos oído estos días no es fácil, algunos heroicamente aguantados por no hacer un feo a mi amigo. Alguna vez estuvieron a punto de transpasar la linea roja que me autoimpongo en mi mente para levantarme e irme, por eso me salió la pregunta "¿tu eres franquista?", pero el cuestionado no dijo abiertamente que lo fuese, aunque sospecharamos que sí lo es... y que muy posiblemente ni lo sepa.
Me molestó mucho más la placa encabezada con el anagrama de Falange y su lista de nombres glorificados, mientras que de mis familiares no se saben dónde están. Parece mentira que esa placa aún esté vigente después de casi 80 años. Remodelaron toda la iglesia, pero la placa la dejaron, luego no es que se hayan acostubrado a ver la pared así, es que le gustan mantenerla, incluso incumpliendo la ley actual.
Tengo mucha amistad con excomañero y lo que le ha ocurrido en su vida ha hecho que él se sensibilazara más por la amistad conmigo, que yo acrecenté también dada mi edad y los recuerdos pasados con él. Eso hace que me olvide de algunos comentarios de su entorno, que no de él, que es muy respetuoso conmigo.
De estos días prefiero desechar lo no agradable y quedarme con las sensaciones agradables, que también ocurrieron. La principal la tía de mi amigo, cómo nos ofreció su casa y lo que tenía, cómo hablaba de su cancer y de su amputación de pecho, que parecía que estaba hablando de un resfriado, narrando además que lo que realmente le había preocupado fue que sus hijos no hubieran heredado esa enfermedad... esa mujer respiraba bondad. Y su marido, tan entero ante la situación, tan curtido en todo y tan niño jugando con el cachorro de gato... enseñándonos sus animales y el vino de cuando su padre compró la barrica, con más de 80 años de edad. Prefiero quedarme con esas cosas, me acercan más al bienestar, lo otro, lo no agradable, me perturba y sólo estaba de visita, no valía la pena otra cosa. Gracias y perdona Carlos por haber aguantado algunas cosas, no volveremos más.
Un abrazo y hasta la próxima.
Salut y Llibertad!!!!

No hay comentarios: