En la última de las continuas piruetas que el
gobierno del señor Sánchez realiza en el circo mediático español, el
oscuro ministro Borrell ha querido dar un nuevo empuje a la “marca España”,
con objeto de ocultar la realidad de una teórica democracia, cuya
práctica política diaria es más propia de un Estado autoritario.
El público objetivo de la campaña es el exterior, con especial
atención al mundo liberal-conservador que antes se etiquetaba como “Occidente”.
No lo tienen fácil porque el relato histórico, en el que coinciden
las escuelas más prestigiosas del mundo académico, no les ayuda. Y es
que la historia sitúa al Estado español como uno de los últimos reductos
europeos del nacionalcatolicismo, una corriente de raíz castellana, que
tuvo a Isabel la Católica como portaestandarte, y que luego se asentó
con los Habsburgo y posteriormente con los Borbones.
Un Estado conquistador que fue perdiendo paulatinamente las colonias
por su natural incapacidad para gestionar los recursos extraídos de
forma predatoria, fruto de una cultura malgastadora, servil con los
poderosos, contraria al espíritu comercial y especuladora. Es por ello
que sus quiebras financieras fueron constantes, dejando de pagar a sus
acreedores hasta el extremo de liderar el ranking de los Estados
morosos.
En paralelo el Estado destinaba fondos a luchas religiosas (como la
Contrarreforma) y mantenía tribunales ultraortodoxos como la
Inquisición.
Como no les interesaba el comercio, se perdieron la Revolución
Mercantil y siempre consideraron nefasta la Revolución Industrial, por
el riesgo que conllevaba (a su juicio) que hubiera una concentración de
la clase obrera y ello animara el espíritu revolucionario. Que Catalunya
y en parte el País Vasco optaran por vías europeas y se apuntaran a las
corrientes liberales, era considerado por las clases extractivas un
desafío a su visión absolutista de la sociedad. Lógicamente tampoco
absorbieron las corrientes ilustradas europeas, ya que la razón, la
ciencia y el progreso no se ajustaban a sus principios.
Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario