Aquí, Zach conoció a una familia de agricultores de ostras con la cual trabaja hasta la fecha.
Todos
los días se reúnen para salir a navegar en sus botes y el joven se
encarga de asistirlos con un trabajo pesado, pero satisfactorio.
Una de sus actividades favoritas cuando no está checando las ostras, es pescar.
Y él sabe mejor que nadie que en Marble Island un hombre experto puede conseguir peces hermosos para darse un banquete.
Estos
animales forman buena parte de su alimentación, ya que como te
imaginarás, no es que haya supermercados en un sitio como este.
Es tan remoto que la única forma de llegar es en hidroavión o barco. No tienen carreteras,
ni teléfonos, mucho menos Internet.
A menudo también se pueden ballenas y osos que nadan en las cercanías.
La casa de Zach es una cabaña muy sencilla que se encuentra en medio del bosque.
Es un lugar modesto en el que él tiene que ocuparse de todo, pero a juzgar por su rostro tranquilo, esto no le molesta.
Para
muchos, la vida de Zach probablemente resultaría aburrida y hasta
triste, pero lo cierto es que él es feliz viviendo como un ermitaño.
¿Te atreverías a vivir como él?