La Semana Santa arrancó en plena sequía y con los embalses en niveles mínimos.
Pero ayer, la lluvia, el granizo y hasta la nieve azotaron el Maresme, el Vallès Oriental, el Gironès y la Selva. Las paradojas de la meteorología hicieron coexistir imágenes de coches equipados con cadenas circulando por localidades como Canet de Mar, de playas cubiertas por un manto de granizo como las de Blanes o de máquinas quitanieves en carreteras. Con otras bien distintas: ciudadanos dispuestos a cruzar a pie el río Llobregat, completamente seco bajo el puente de la carretera C-254, a su paso por Sant Boi de Llobregat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario