viernes, 23 de mayo de 2008

CARA & CRUZ

Todo empezó para Yiang cuando salvó a un bebé de tres meses del terremoto que sacudió la provincia china de Sichuán. Descubrió que los padres del pequeño estaban desaparecidos y decidió amamantarlo.Ahora, esta policía local recorre los refugios de la zona para hacer lo mismo con los niños que han quedado huérfanos, o cuyas madres están desaparecidas o muy conmocionadas por el terremoto.Lo único que lamenta es no tener más tiempo para pasarlo con su propio bebé, desde que ocurrió el terremoto.La ayuda internacional se vende en los mercados de Rangún y no llega a muchos de los afectados por el ciclón Nargis puesto que parte es decomisada por las milicias rogubernamentales, para luego venderla en los mercados de la antigua capital.
A plena luz del día, varios tenderetes tienen apilados sacos de arroz con el emblema de la ONU y las siglas del WFP (Programa Mundial de Alimentos, PMA), según ha podido comprobar hoy Efe en Theingyi Zei, el mayor bazar de Rangún.

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