Primero se tiene que conseguir la resina. En el pasado, los más famosos eran los árboles de la región de Yoshino (al Sur de Nara) y en la actualidad los mejores son los árboles de Tohoku. Hay que esperar a que el árbol sea maduro. Se hace una incisión en el tronco con un instrumento punzante que lleva un canelillo y que extrae la resina. Esta extracción se produce en un determinado momento del año, de junio a septiembre (la de junio y julio es la mejor y se reserva para dar capas exteriores a los objetos).Una vez acumulada la resina, se tiene que refinar. Hay que filtrar dicha resina con telas (es un proceso costoso).La laca luego se deja solidificar, se guarda sólida y se aplicará pulverizada mezclandola con aceites y pigmentos. Al pulverizarla se queda como un líquido espeso.
Por otro lado, el objeto que vamos a lacar se llama base o kiji. Como hemos dicho, la madera es lo más usado y dentro de la madera se usa sobre todo la del Hinoki o la del cerezo. Es fundamental que esta madera esté bien seca.
Los encargados de lacar los objetos siguen una tradición que se mantiene hasta la actualidad.
Este proceso de recubrir de laca un objeto es muy costoso y largo.Este barniz da una compacta cobertura al secarse esa laca aplicada, otorgando al objeto una serie de cualidades prácticas y estéticas:
Prácticas: Protege de la corrosión y desintegración. Impermeabiliza la pieza y guarda el calor de alimentos o líquidos que contiene.
Estéticas: Da un brillo desde el fondo.
Suavidad: Se le puede incrustar y labrar o aplicar decoración.
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