Una de ellas hablaba español.
Bajando por las Ramblas, por cierto han quitado las paradas de animales y ahora venden pasteles y diferentes tipos de comida. Cosa que no me gusta, poco a poco todo lo tradicional se pierde, primero las tiendas de siempre, hoy reconvertidas en restaurantes y tiendas de sourvenirs.
Es la hora del aperitivo, paro en Iratí, chacolí y tapa.
Calle Ferran. Plaza Sant Jaume,
calle Dagueria,
famosa por los trabajos de los talleres de dagas existentes durante el siglo XV, muy reconocidos por su calidad en Francia.
En el nº 16, en una pequeña tienda de quesos artesanales conpro un trozo para cenar.
unas termas romanas. Hace miles de años, en Roma,
las cosas y las personas se movían de una forma diferente y,
a pesar de las guerras por ampliar el imperio, la vida era apacible.
¿Sabes por que? Porque gozaban de las termas romanas!
Se relajaban con estos baños impresionantes, y luego todo era más fácil.
Calle o bajada Viladecols, publicidad que recojo de un bar musical.
Salgo detrás de Correos y a la Plaza Palau, y con el bus 51 que empieza y podré sentarme, a casa.
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