La bióloga Pilar Bosch trabaja sobre los frescos de Antonio Palomino en la
Iglesia de los Santos Juanes de Valencia
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Los frescos barrocos de Antonio Palomino en la iglesia de los Santos Juanes, pintados entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, resultaron gravemente afectados por un incendio en 1936, durante las primeras semanas de alzamiento de la guerra civil. Ocupan una superficie superior a los mil metros cuadrados y representan uno de los conjuntos pictóricos murales más importantes de España.
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Los frescos de Palomino son tal vez junto con la fachada antes descrita de lo mejor que podemos encontrar en esta iglesia. Su tématica desde el presbiterio hasta los pies es amplisima: La gloria de la Santisima Trinidad, El libro de los siete sellos con el cordero, la Inmaculada con la luna en los pies,
los Santos Titulares, los coros de las virgenes, los patriarcas, los doctores, los angeles, los santos del Apocalipsis, San Vicente Ferrer y la lucha de San Miguel con Lucifer y los demonios.
En los lunetos de las ventanas aparecen los Apóstoles sentados sobre tronos y nubes.
A los pies: la humildad, la Verdad y la paz y San Judas Tadeo.Fuente+informción
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